Apología de
Sócrates
Platón
Diálogos
137
paginas
Emanuel
Rivera Martínez; Estudiante de Ingeniería Informática en la Universidad Lasalle
Arequipa, Perú; erivera@ulasalle.edu.pe.
Platón
es el primer gran filósofo ateniense que nos deja una amplia obra escrita.
Discípulo de Sócrates, maestro de Aristóteles y creador de la Academia. Sus
principales obras son “Critón” (Primeros diálogos o diálogos socráticos o de
juventud), “Menexeno” (Época de Transición), “La República” (Época de madurez o
diálogos críticos) y “Parménides” (Diálogo de vejez o diálogos críticos).
A
diferencia de Sócrates, Platón escribió profusamente acerca de sus puntos de
vista filosóficos, dejando un considerable número de manuscritos como legado.
En las escrituras de
Platón se pueden ver conceptos sobre las formas de gobierno, incluyendo la
aristocracia como la ideal.
En
Apología de Sócrates, se describe la defensa de Sócrates ante denuncias tan injustificadas
como carentes lógica. Resalta, sobremanera, el valor de la verdad y la
aceptación de los límites del
conocimiento humano, puesto en la frase o lema “Solo sé que nada sé”.
El
libro está compuesto de alrededor de 4 capítulos. El 1ero no tiene nombre y
trata acerca de las acusaciones a Sócrates por parte de Melito, Anito y Licón
por supuestamente corromper a la juventud por decir “Sólo sé que nada sé” (Página
10), el 2do es Critón trata de cómo la obra se dramatiza aun más el
peso argumental de la cuestión. Además al final se inserta un dialogo donde las
leyes tienen un rol protagónico (Página 33), la 3era es Fedón y
tiene un significado especial, pues narra los últimos instantes de la vida de
Sócrates de una manera precisa y muy concreta (Página 45), y
la 4ta es Menón Sócrates analiza las
presuposiciones de un problema cotidiano
para ir a un tema de fondo: El problema del conocimiento (Página 106).
La
obra inicia con la autodefensa que Sócrates se hace ante el pueblo
de Atenas (Página 9).
Deja
la impresión que Sócrates ya intuye el desenlace de este juicio. Acto seguido
menciona a sus acusadores: Melito, Anito y Licón, que representan a los poetas,
artífices y políticos y a los oradores, respectivamente. Sócrates, dialogando con sus juzgadores,
explica que Cherefón, su amigo de la infancia, un día fue a
Delfos, preguntó al oráculo si había en
el mundo un hombre más sabio que Sócrates y la Pita
respondió que no. Sócrates intenta comprender el significado del oráculo y
busca a hombres sabios: poetas, políticos, oradores y artífices para corroborar
que si existen hombres más sabios que él, sin embargo, se percata que, a los
ojos de casi todos, estos pasaban por sabios sin serlo. Intentó convencerlos de
tal error y esto le generó el odio de muchos. Esto, que ha sido
el origen del odio que le tienen, será lo que posiblemente, termine
siendo la causa de su condena, pues está confirmando con sus propias palabras,
lo que de boca en boca se transmitido y entre los 500 que lo juzgan,
sin lugar a dudas, habrán habido: poetas, políticos y artífices. Termina
reafirmando: "Por esto es por lo que se me odia, por decir la verdad.
En vista que está siendo acusado de corromper a los jóvenes, descarga
su furia contra Melito, haciendo ver que si él corrompiera a la juventud, de
manera intencional, se estaría exponiendo a que ellos mismos lo dañaran luego y
por lo tanto, se estaría dañando a sí mismo.
Para concluir, Sócrates afirma no temer a la muerte y asegura
que no actuará de manera contraria a su deber religioso, por lo que confiará
plenamente en su sólida argumentación y en la verdad para ganarse el veredicto.
El jurado, sin embargo, lo encuentra culpable. Sin extrañarse, Sócrates acepta
la condena. Es mejor esforzarse en ser
más virtuoso. Se dirige luego a los jueces que lo absolvieron y les dice que no
deben temer a la muerte, que la muerte no es un mal, sino un bien. Luego se
despide para siempre de ellos.
En
mi opinión Sócrates ha llevado muy bien el juicio desde su cabeza. Me explico:
A él no le importaba morir, según él lo sabía y jamás se iba a dejar doblegar y
perder así su dignidad moral, las argumentaciones hechas por Sócrates, la
verdad es que me han dejado impresionado ya que buscaba muy bien el fallo de
Meleto. Recomiendo este excelente libro.
Conclusión:
Finalmente,
Sócrates no buscaba su absolución, como sabía ya lo que iba a ocurrir se
resignó, pero de todas formas me ha parecido impresionante la forma de
argumentar de Sócrates (o es que Meleto era un torpe).
Bibliografía:
-
Platón,
“Critón” (Primeros diálogos o diálogos socráticos o de juventud)
-
Platón,
“Menexeno” (Época de Transición)
-
Platón,
“La República” (Época de madurez o diálogos críticos)
-
Platón,
“Parménides” (Diálogo de vejez o diálogos críticos).
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