HISTORIA SIN MORALEJA

En un parque con una tarde soleada, Marissa juega con su Blackie, su cocker spaniel blanco. Quien le trae la pelota de tenis cuando ella la arroja hacia la fuente del parque, su mascota obediente repite esta acción aproximadamente durante treinta minutos, pero el juego termina cuando Blackie trae entre sus dientes dos billetes de cien dólares.

Marissa consternada le pregunta de donde los ha sacado, a lo que el responde solo moviendo la cola. Va en busca de la pelota pero no la encuentra. Al día siguiente ya con una pelota nueva, la magia se repite nuevamente esta vez Blackie trae una foto ajada del primer amor, la novela manuscrita de un enamorado suyo, las llaves que creía perdidas, etc.

Después de aquella semana nunca mas se repitió la misma historia, hasta cinco años después donde Marissa espera al menos que Blackie regrese con la moraleja de la historia.