La Segunda Oportunidad
Por: Alejandro Meza Palacios
Llegó la hora del examen, he estudiado 30 horas, exagerando
claro está; incluso hice mi resumen en un cuarto de hoja… llegó el momento,
sientes ese pequeño cosquilleo de nervios, tratas de hacer lo mejor que puedes…
terminaste al fin, que alegría… pasan las horas y llega el profesor con los exámenes,
estoy de lo más feliz; me llama, recibo mi examen como si fuera un premio
Grammy, oh sorpresa, tengo un 9,25; el mundo se me viene abajo. Este es un poco
de lo que le pasa a cualquier estudiante; ahora llega el momento de la
RECUPERACION, si es que el profesor lo quiere.
Dar un examen de recuperación es algo que para muchos
profesores solo incentivan a la flojera, al conformismo y la desigualdad, es
por ello que no lo realizan. Pero también hay otros que piensan lo contrario al
igual que los alumnos, sobretodo ellos.
Para nosotros, los alumnos, los exámenes de recuperación son
una manera de poder alcanzar un puntaje necesario para aprobar, aunque sea lo
mas mínimo ya que con el examen no logramos alcanzar una nota necesaria por
diferentes motivos; por ejemplo un caso muy común; estuviste enfermo y tuviste
que estar en el hospital todo el día o
se murió alguien de la familia. Pero también hay otros que exponen unas
excusas, por lo más ridículas, lo que realmente pone en duda al profesor y decide dejar la maravillosa nota que sacaste
en el examen. Sin embargo ¿no es cierto,
qué todos merecemos una segunda oportunidad? No como muestra de piedad, ni
afecto sino como una manera de apoyo, también hay que tener en cuenta, que solo
es “una segunda oportunidad” y con esta
el profesor nos llama a recapacitar que no habrá otras y debemos estudiar más,
no es día anterior sino a medida que avanza el curso. También se presenta otro típico
caso: ¿Por qué él tiene más nota que yo con la recuperación? Y es muy cierto ya
que sería injusto que él que no estudio el día del examen tenga mayor nota con
la recuperación que él que estudió. Podemos llegar a una solución que sería muy
factible tanto para alumnos como para el profesor, que la nota de la recuperación
sea igual a la menor nota aprobatoria o quizás un punto menos; así no hay
problemas de injusticia y también darles una oportunidad de elevar su nota a
los que están bien.
Es por ello; que en vez
de ponernos en el caso del alumno que desea que en todo examen se dé una recuperación, me incluyo, o del
profesor que no quiere que se den
injusticias o conformismos; lo
mejor es llegar a un punto intermedio donde el examen de recuperación es una
segunda oportunidad, la primera y la ultima; pero ojo también es una llamada de
atención para nosotros, los alumnos.
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